Recientemente, el hombre detrás del gobierno más influyente del mundo dio una entrevista a la revista, "The New Republic", en la que manifestó su inseguridad y su falta de decisión respecto a la situación en Siria. "En una situación como Siria, tengo que preguntar, ¿Podemos hacer una diferencia en esa situación?, ¿Tendría un impacto una intervención militar?, ¿Cómo afectaría eso nuestra capacidad de apoyar a las tropas aún en Afganistán?, ¿Cuáles serían las secuelas de nuestra implicación sobre el terreno?" Dijo el nobel de paz que mancha sus manos de sangre derramada diariamente en medio oriente.
"¿Cómo sopeso las decenas de miles que han muerto en Siria contra las decenas de miles que en la actualidad están muriendo en el Congo? Esas no son preguntas simples. Y las procesas lo mejor que puedas", afirmó Obama, sin precisar qué acciones tomará próximamente en Siria. "Tomas las decisiones que crees equilibran todas estas acciones, y esperas que, al concluir tu Presidencia, puedes mirar hacia atrás y decir que tomé más decisiones acertadas y que salvé vidas donde pude y que EE.UU. fue, netamente y como mejor pudo serlo en un mundo difícil y peligroso, una fuerza para el bien", resumió.
Los organismos internacionales permanecen también al margen sobre el asunto, sin llegar a un consenso general. Los hay quienes piensan que lo mejor es que el presidente sirio, Bachar al Asad, dimite y deje el poder. Pero a estos los hay detractores, que opinan que no se debería forzar la renuncia del dirigente del país Sirio. Un dato escalofriante es que, mientras todos se lavan las manos y se limpian de toda culpa, hay gente que sigue muriendo allí. Desde que comenzó el conflicto en marzo del 2011, aproximadamente 60.000 personas han muerto.
Éste es uno de tantos conflictos que el gobierno estadounidense, al "procurar por el bien mundial" metiendo sus narices y sus tropas en asuntos de gobiernos extranjeros. Desde su autoproclamada y santificada "Guerra contra el Terrorismo" se vale de cualquier excusa para invadir. Excusas que por ser de naturaleza confidencial, no son más que difusas acusaciones no confirmadas. "Posible amenaza terrorista" "Posible almacenamiento de bombas químicas" "Posible resguardo de Al Qaeda" "Posible escondite de Osama Bin Laden". Aún así, ellos son los del dinero, y ciertamente los que tienen el dinero son los que la mayoría de las veces los que se salen con la suya. (Me parece curioso que en medio de una crisis económica mundial haya dinero para despilfarrar en la actividad más costosa de la humanidad, la guerra. Como también me parece curioso que un presidente laureado con el nobel de paz ya esté pensando en meter las narices en otro país. Y también como se ha dicho, sus tropas.)
No es posible creer en la paz mundial, siempre habrá alguien que quiera pasar sobre los demás, y si bien es cierto que los buenos somos más, los malvados son quienes tienen más poder. O quizá sólo sea cuestión de la naturaleza humana frente al poder, y que para que una persona buena haga el mal se necesita proporcionarle poder para que alimente su ego. Sería bello si algún día, alguien que tenga su ego sobrevalorado por el poder, tome como cosa más valiosa el ego de los demás.
Tomado de El Espectador.
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