domingo, 10 de febrero de 2013

Iglesia católica empieza proceso de ley en contra de la pederastia.

Muchas han sido las lágrimas derramadas por pequeños infantes al sentirse invadidos y expropiados de su integridad personal, por alguien que aclamaba ser de su confianza y que obraba por el bien de la comunidad, disfrazando sus demonios y escondiéndolos debajo de un hábito sacerdotal. Muchas han sido las familias que han sido destrozadas en pedazos por actos de tal humanidad. Pero, para consuelo de los culpables y suplicio de las víctimas inocentes, pocas han sido las respuestas y no se ha hecho justicia. 

El panorama parece cambiar, recientemente 86 obispos y arzobispos se congregaron en absoluto secretismo tradicional, para tratar el tema de la pederastia en Colombia y los métodos de prevención. Debido a la complejidad del tema, y a la diferencia de opiniones típica del Episcopado, no se llegó a un consenso general. Se habló de la pederastia en en panorama mundial, en la que según el Episocopado, el porcentaje de abusos en Colombia no es nada en comparación al porcentaje mundial. 

La intencionalidad del nuevo decreto en el que se está trabajando es de tolerancia cero y de minimizar los riesgos. Para la Iglesia, por supuesto. La norma en discusión contempla como uno de sus principales puntos la instrucción de que los obispos pongan los casos de abusos sexuales a menores en conocimiento de las autoridades civiles, con el fin de que estas se encarguen de realizar las investigaciones de rigor y de establecer la responsabilidad del señalado. Algo bastante prudente y nada difícil que pudo prevenir muchos casos en el pasado. 

La mayoría de los casos de pederastia han sido tratados con suma discreción y sutileza por la Santa Iglesa Católica, bajo mandato de Benedicto XVI, defensor y amparo de los pobres sacerdotes con desórdenes sexuales que abusan de las creencias y el fanatismo de sus dóciles feligreses. El proceso de reparación de víctimas ha consistido en dar ayuda psicológica y espiritual al sacerdote implicado en casos que tachan el nombre de la Iglesia. ¡Pobres las víctimas! ¡Que su dios las ampare! 

A pesar de que es un tema difícil y de mucho debate, debido claro esto a lo difícil que es para los creyentes cuestionar un dogma y tocar los puntos difíciles de la tradición ancestral, es obvio que algo necesita hacerse para prevenir y evitar la pederastia por parte de sacerdotes. Ya va siendo hora de que alguien más aparte de la Iglesia se encargue de estos asuntos, que los culpables paguen y las víctimas se les dé la atención merecida. Que la Iglesia sirva como consuelo para quienes se acojan a ella, y no como preludio al infierno en vida. Que los sacerdotes cumplan sus responsabilidades como sacerdotes y que de tanto predicar, apliquen. 

Fuente: http://www.eltiempo.com/justicia/victima-habla-sobre-la-operacion-genesis_12587524-4

1 comentario:

  1. La iglesia católica esconde tantas cosas sucias, he visto miles de ejemplos en libros como "el nombre de la rosa, Umberto Eco" y "el código Da Vinci, Dan Brown", y sinceramente creo que es un teatro montado, hay tanto que esconden.
    Por supuesto los respeto, pero no me parece que siendo la religión mundial se promueva tanta fatalidad, que hace que los feligreses se avergüencen y sean irrespetados de tal manera.

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